LA SOLEDAD TRIUNFANTE

Pero el silencio es cierto.

Por eso escribo.

Estoy sola y escribo.

No, no estoy sola.

Hay alguien aquí que tiembla.

Alejandra Pizarnik

 

Qué inverosímil y maravilloso es ese efímero soplo en el que nos damos cuenta de que estamos solos, y aun así no estamos desconsolados, preocupados o indecisos, eso es la tremendamente poderosa soledad triunfante, y si, como todo lo bueno conlleva con su creación la soledad patética, esa en la que nos da por mandar todo a un baúl y no salir mas.

 La soledad es una apuesta muy grande, es quizá un poder tan infinito que muy pocos saben domarla, vean que no escribo “sabemos”, ya que cada soledad es diferente, no hay dos soledades iguales, yo he domesticado muchos tipos de soledades, la de no tener pareja, la de no tener “amigos”, la de no sentirme acompañado aun en medio de una muchedumbre, pero no se si ya soy capaz de domesticarlas todas, lo que si se es que de la soledad se sale o con una gran derrota o con una victoria estruendosa.

La soledad llevo a grandes escritores a sus mas arrebatadores libros, ha inspirado poetas, músicos, bailarines, nadie puede negar que el aislamiento es un detonador increíble de ideas, pero también es un consejero protervo, no es para cualquiera, tiene ese lado negro, cuando al verte solo, tu propia humanidad te lleva a pensamientos oscuros, a cosas que no te atreverías a pronunciar en compañía, y después a acercarte a gente dañina, o a quien no te quiere, solo por tener alguien con quién hablar, intimar y a quién querer.

 Y por eso se rehúye la soledad, primero porque nadie nos enseño que no es malo estar solo, Colón fue criticado por todos, por pensar que la tierra era redonda, y en su soledad creo el mapa que después pondría en la cara de todos, y lo segundo es que son muy pocos los que encuentran compañía consigo mismos, no sabemos que hacer con nosotros, nadie nos dijo que si estabas solo, estabas en la mejor compañía, en manos de quien jamás te va a traicionar, en ti y por ti.

 Mira la oruga, esta ahí rodeada de otras orugas, arrastrándose, junto al grupo, dentro de mi creo que por eso se aleja, se cansa y se hace un capullo, esperando que nadie la moleste, cansada de oír siempre lo mismo, buscándose, aun sin certeza de encontrarse, en ese lugar sus sueños se tornan raros, sus ideas se llenan de colores, empieza a pensar cosas absurdas, quizá alucina, y sueña cada vez más que vuela y que vuela, hasta que un día entre sus sueños arquea sus vertebras y rompe el capullo, despierta y ve esos colores que soñó en sus alas, y aletea hacia el cielo, su soledad fue suficiente y absoluta, pero bien llevada, ¡Eso es la soledad triunfante!

Y aun cuando la mariposa se rodee de mariposas, no baja la cabeza, porque ya venció su soledad, es ahora coronada con sus nuevas habilidades, ya es grande, aun cuando se encuentre en medio de las muchedumbres mantiene, con perfecta dulzura, la independencia de la soledad, que ahora lleva tatuada en cada espacio se su ser.

A la soledad le gusta colgarse de tu cuello, se siente cómoda y se va agrandando, por eso te hunde, no exageres, es un medio, no un objetivo; y sí es cierto el mundo resulta en ocasiones cruel, vulgar y materialista, de acuerdo. Pero seguro que hay otras personas que pueden estar deseando conocer a alguien que sepa lo que es la soledad triunfante, eso que diferencia a los que vivimos, de los que únicamente existen.

 Te invito a un momentito de soledad, es gratis.